sábado, 25 de agosto de 2012

Camisetas personalizadas: rompiendo con la ruptura



A veces, los diseños más personales se convierten en productos masivos. Lo que era subversivo, iconoclasta y único acaba por ser un producto de consumo de masas, un objeto Pop.

La afirmación que llena el párrafo anterior se queda un tanto desamparada sin un ejemplo, de modo que ahí va uno: Hasta hace unos años, la camiseta negra con diseños chillones –habitualmente relacionados con la música y sus bandas- era coto exclusivo del heavy metal. 

Hoy por hoy, cualquier muchachuelo suele llevar una camiseta de Led Zeppelin o de Rainbow sin saber quiénes son Jimmy Page o Ritchie Blackmore. No los culpemos: es la televisión y la sociedad, que los adocena.

Los símbolos personales, lo que nos diferencia, convertido en objetos producidos en serie. Aparte del orgullo porque nos imiten o porque servimos de ejemplo, ¿qué nos queda?

Camisetas personalizadas de rompe y rasga

Nos queda renovarnos. Romper con la ruptura. Imaginación. Un servidor, que subversivo es un rato, pero que anda escaso de inventiva, no se ve capaz de proponer ideas concretas. Bueno, sí: en realidad sí que podría ofrecer unas cuantas ideas. Media docena de diseños que pueden valer la pena. Pero no voy a hacerlo.

No voy a exponer posibilidades con imágenes y letras por un motivo muy sencillo: son mis ideas, mis diseños, de modo que si alguien los toma como guía, ¿qué tendrían de personales? 

Lo que no tiene por qué ser personal es el modo de realizar las ideas, de plasmarlas. Basta con que las elaboremos, bien directamente por medios informáticos, bien de otra forma para luego digitalizarlas. Hecho esto, las enviamos a imprimir.

Y a esperar a que nos copien y tengamos que romper con la ruptura de la ruptura.

Marca la diferencia y destaca con una camiseta estampada original


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