No hace demasiado, hablábamos de cómo crear un expositor de chapas funcional
reciclando un tendedero interior de ropa.
Y prometíamos que, más pronto que
tarde, otro expositor, éste más elegante que funcional, ocuparía otro artículo.
Aquí está.
Sin gastarnos demasiado dinero, obtendremos un expositor
donde colocar nuestras chapas personalizadas. Pero, cuidado, es un lugar
reservado para las “joyas de la Corona”, para la crême de la crême de nuestra colección habida cuenta de que, si
queremos que se vean bien, no deberíamos pinchar más de diez o veinte
insignias, según el tamaño del nuevo “mueble”.
Comenzamos haciéndonos con el material –hemos pensado en
reciclar cuánto podamos, de modo que nos haremos con un tubo de pvc de unos
diez centímetro de diámetro –siempre aproximadamente-; una lámina de la
gomaespuma que rellena los cojines de las sillas –si no la encuentras
reciclada, un tapicero tela proporcionará por muy poco dinero-; tela negra,
mejor si es brillante, tipo nylon o raso; una tabla, a ser posible, circular y
no muy ancha; y tres ruedas como las que tiene el mueble del televisor,
pequeñas, de esas que permiten el giro.
Ahora, la parte fácil: forramos el tubo pegándole la
gomaespuma y recortamos el sobrante. Cubrimos ésta con la tela, también
pegándola, muy prietas y, chas, chas, fuera con lo que sobra –también taparemos,
en este caso, el que será agujero superior del tubo.
Ahora, atornillamos las ruedas a la base no muy lejos del
borde formando un triángulo equilátero. Pegamos la base a la parte inferior del
expositor. Y voilá. Un expositor de
raso negro, giratorio, para las chapas que deseemos que se vean.
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